miércoles, noviembre 08, 2006

Lecturilla nº 1: ONOMÁSTICA ONANISTA PRIAPILA

ONOMÁSTICA ONANISTA PRIAPILA

El renacer de un pajillero, para los de la ESO

Transitando por los aurales de la recién estrenada década de los 90, un paupérrimo estudiante, pero si gran bibliógrafo, preconizaba, predefiniendo su porvenir: daría en mienzo con el introito de su pseudónimo, que con las aspergaciones de un encéfalo retrógado, alumbraría de un parto crucial entre unas lecturillas de Huckleberry Finn de Mark Twain y viñetillas varias de “El Jueves”, que había hurtado el miércoles: Johnny Rocketa.

Rediós, pues si. Joer, le pandicula el Rock’n Roll. Que chaval. Coordinaba la fruición de bautizarse, entremezclando a Huckl, al Tom Sawyer ese como vástagos bastardos de Clarita de noche que con chupas kollack y pirulís de helado obturaban el hojaldre Popo y Almendrillo a su puta probenitora, mientras a tres bandas el Johnny Rocketa le eyaculaba en la faz ¡¡¡¡ Mannmadamia!!!! Corroboraba el susodicho que confirmaba asi: “Va a estallar el obús”. Escuchando por los auriculares ochentenos del pega con fuerza del 86.

Mientras rollizas puleres con axilas y mirto sudado correteaban por el gimnasio de la EGB. Después de tanto saturnal psicológico, había acabado de masturbarse en el retrete.

Hízose instrumentista, como rezaban Barón Rojo: “Músico quise ser, músico me quede”. El Johnny hacia Taekwondo y culturismo, conociendo a Dungi, alias José Bocazas, y otros tantos músicos por correpondecia que se agregarían al quinteto.

Una serie de tambores de detergente Bilore, tiestos, pantuflas y libretas. Con luna de 20x20 de metacrilato para el bombo…el pomo de una cancela, el cuello de un palo de billar y raudales de cinta adhesiva como maza. Accionado por flejes de somier y otros tantos desperdicios.

El cangrejo octopus rascaba un bajo Samick de 3 cuerdas, la primera la había empeñado para papelinas. Los correspondientes guitarras en “truel” a la rítmica y solista y “sarro” a los punteos y marcaje, nunca los coño-madres se organizaban para tal o cual papel.

Debutando en fiestas de guardar: András de arriba en su primera gala. Haciéndose llamar los “Cazatoupeiras”, teniendo ya su manager, “O Cachopo”, que se había ido a laborar al Gran sol, “cunha flota chea de atún”.

Por tanto salían bolos por las verbenas de La Paloma, trapicheando con las comisiones.

¡¡¡CAGINA!!!

Fin de la Primera Parte.

Johnny, Mércores 8-11-2006

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno bueno bueno. No veo por qué tenemos que esperar a que una personalidad se muera para hacerla famosa y mostrarla al público. Me alegro de que Johnny tenga ya un blog, que ya era hora. Me ha emocionado especialmente la "Onomástica onanista priapila". Alcanza realmente unas cotas de belleza y fuerza lírica, semejantes a las que describía Aristóteles en su "Poética" cuando hablaba de la "catarsis". ¡Y qué poderío lírico eso de los "coño-madres! Simplemente un artista de hoy en día. Un genio. Una testa coronada. ¡¡¡Hijos de las lecturillas, catapultemos a este autor al firmamento de las estrellas!!!